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¿Qué es un jardín vertical preservado?
Un jardín vertical preservado es una solución creativa y sostenible que utiliza plantas naturales que han sido tratadas para mantener su apariencia y frescura sin necesidad de agua, luz solar o mantenimiento continuo.
Este tipo de jardines son ideales para espacios interiores y exteriores donde no es posible instalar jardines convencionales, ya sea por falta de luz natural o por el deseo de evitar el mantenimiento constante que requieren las plantas vivas. Estos jardines preservados combinan la belleza de la vegetación natural con tecnología avanzada que les permite mantener su color y textura por años.
Se emplean plantas y musgos que, mediante un proceso químico, son estabilizados y luego colocados en estructuras verticales que decoran paredes enteras, aportando un toque verde y natural sin el compromiso que requieren las plantas vivas.
Ventajas de los jardines verticales preservados
Una de las principales ventajas de los jardines verticales artificiales es que no necesitan riego ni cuidado constante. Al estar preservados, las plantas no crecen, no se marchitan ni requieren poda.
Esto los convierte en una opción sostenible y estética para oficinas, hogares y espacios comerciales que buscan un ambiente natural sin las complicaciones asociadas al cuidado de plantas vivas.
Además, los jardines verticales preservados son resistentes al paso del tiempo y pueden durar muchos años en óptimas condiciones. No atraen insectos ni generan moho, lo que es una gran ventaja en comparación con los jardines convencionales. Otra ventaja clave es que estos jardines mejoran la calidad del aire, ya que ayudan a absorber partículas contaminantes y mejorar la sensación de frescura en los espacios donde se instalan.
Tipos de plantas utilizadas en jardines verticales preservados
Los jardines verticales preservados pueden incluir una amplia variedad de plantas y musgos que son tratados para conservar su frescura. Algunas de las plantas más comunes en estos jardines incluyen:
- Helechos: conocidos por su frondosidad y textura suave.
- Musgos: aportan una sensación de frescura y un aspecto esponjoso.
- Hiedras: dan un aspecto más denso y natural.
- Flores preservadas: como las hortensias, que añaden un toque de color y elegancia.
Estas plantas han sido sometidas a un proceso de estabilización, en el que se les extrae el agua natural y se reemplaza por un líquido conservante no tóxico.
“Esto permite mantener su aspecto y flexibilidad por años, sin perder su textura ni su color original”.
Diferencias entre jardines verticales preservados y jardines verticales artificiales
A menudo, los jardines verticales preservados se confunden con los jardines verticales artificiales, pero tienen diferencias importantes.
Mientras que los jardines artificiales están hechos completamente de materiales sintéticos que imitan el aspecto de las plantas, los jardines verticales preservados están compuestos de plantas naturales que han sido tratadas para mantener su frescura sin la necesidad de cuidados.
“Los jardines verticales artificiales, por su parte, son una excelente opción en situaciones donde no se desea utilizar ningún tipo de planta natural”.
Son completamente resistentes a cualquier condición climática y no requieren ningún tipo de mantenimiento, aunque pueden perder un poco del realismo y la textura que ofrecen los jardines preservados.
Instalación de jardines verticales preservados
Instalar un jardín vertical preservado es un proceso relativamente sencillo, pero requiere planificación. Lo primero es elegir el espacio adecuado. Dado que no necesitan luz natural, pueden instalarse en lugares que normalmente no serían viables para plantas vivas, como pasillos interiores o salas sin ventanas.
Es importante asegurarse de que la superficie donde se instalará el jardín esté limpia y estable, ya que la estructura del jardín debe fijarse de manera segura a la pared.
Una vez seleccionado el lugar, se instala una estructura modular que soportará las plantas preservadas. Esta estructura puede variar en tamaño y diseño según las preferencias del cliente, lo que permite personalizar completamente el aspecto del jardín vertical.
Las plantas y musgos se colocan manualmente sobre esta estructura, creando un diseño único y atractivo. A diferencia de los jardines vivos, no es necesario preocuparse por sistemas de riego o iluminación especial.
Mantenimiento de jardines verticales preservados
Uno de los mayores beneficios de los jardines verticales preservados es que prácticamente no necesitan mantenimiento. Al no crecer ni requerir agua, no hay necesidad de poda, fertilización o riego. Sin embargo, es recomendable realizar una limpieza superficial ocasional para eliminar el polvo acumulado y mantener su aspecto fresco y limpio.
La limpieza puede hacerse de forma muy sencilla utilizando un paño suave o un plumero. No se deben utilizar productos químicos ni agua, ya que podrían dañar el tratamiento preservador de las plantas. Este tipo de jardines es ideal para personas que desean un espacio verde y natural pero que no tienen tiempo o no desean dedicar esfuerzos al cuidado de plantas.
Aplicaciones y usos
Los jardines verticales preservados son una tendencia creciente en el diseño de interiores y exteriores debido a su versatilidad y bajo mantenimiento. Se pueden utilizar en una variedad de espacios, tales como:
- Oficinas: para crear un ambiente de trabajo más relajante y estético.
- Hogares: en salas de estar, comedores o incluso baños para un toque de frescura.
- Hoteles y restaurantes: como parte de la decoración para ofrecer una experiencia única a los clientes.
- Espacios comerciales: para atraer la atención y crear un ambiente agradable.
Además de ser decorativos, estos jardines ayudan a reducir el estrés visual y promueven una sensación de bienestar en los espacios donde se instalan.
Jardines verticales preservados: ¿la mejor opción para tu espacio?
Si estás buscando incorporar naturaleza en tu espacio sin los desafíos del cuidado constante de plantas, los jardines verticales preservados son una excelente opción.
No solo te permiten disfrutar de la belleza de las plantas naturales, sino que también son una opción sostenible y de bajo mantenimiento. A diferencia de los jardines vivos, no requieren luz, agua ni fertilizantes, lo que los hace perfectos para espacios interiores donde las plantas tradicionales no sobrevivirían.
Los jardines verticales preservados son ideales para aquellos que buscan una decoración verde que combine estética, funcionalidad y durabilidad. Ya sea para oficinas, hogares o espacios comerciales, estos jardines ofrecen una solución verde y natural sin los compromisos habituales.