La empresa líder en salud ocupacional respalda la necesidad de trazar un camino personalizado según las características de cada puesto de trabajo
En el contexto actual de creciente preocupación por la seguridad laboral, Quirónprevención aboga por establecer una hora de ruta sólida hacia la mejora de las condiciones de trabajo a través de la activación de planes formativos personalizados en materia de prevención de riesgos laborales. Un enfoque que no solo tiene el objetivo de cumplir con la legislación vigente, sino que busca elevar el nivel de protección y seguridad en el ambiente laboral, configurando un estándar dentro de las empresas.
Los objetivos de estos planes formativos, según Quirónprevención, incluyen elevar la protección de la seguridad y salud de los trabajadores, sensibilizar sobre los riesgos y fomentar una cultura preventiva que involucre a todos los niveles jerárquicos de la empresa. La formación debe ser suficiente y adaptarse a la evolución de los riesgos, siendo necesario repetirla periódicamente para garantizar su eficacia.
El desarrollo de un plan formativo adecuado comienza con la identificación de las necesidades de formación de cada puesto de trabajo y se extiende a la capacitación en primeros auxilios, seguridad vial, y gestión de la prevención de riesgos laborales, entre otros.
En el caso de los trabajadores, esto significa recibir una formación continua que se adapta a los riesgos específicos de cada puesto y se actualiza con la aparición de nuevas amenazas. Para los mandos intermedios y el personal de dirección, el enfoque se centra en el conocimiento profundo de los riesgos y cómo gestionarlos, esencial para ejercer un liderazgo eficaz.
La importancia de los planes formativos
Quirónprevención también subraya la importancia de la implantación adecuada del plan formativo, lo que incluye definir metas claras, priorizar las acciones formativas, seleccionar docentes adecuados y comunicar efectivamente el plan a todos los implicados. Adaptar los recursos y metodologías de enseñanza a trabajadores con experiencia previa es fundamental. El uso de un modelo de aprendizaje específico, donde la motivación, la participación activa, la retroinformación, la puesta en práctica de los contenidos y la interrelación con la experiencia adquirida sean protagonistas, harán posible el éxito del plan formativo.
El seguimiento y evaluación del plan formativo son claves para asegurar su efectividad. Quirónprevención recomienda utilizar herramientas como encuestas de calidad y pruebas para medir la satisfacción de los trabajadores y la transferencia de la formación al puesto de trabajo. Los resultados de estas evaluaciones permitirán realizar mejoras continuas en los procesos de formación.
Fuente Comunicae